Manglares, raíces en el agua

Los manglares, misteriosos ecosistemas que se entrelazan entre la tierra y el mar, albergan una vida secreta que va más allá de lo que percibimos a simple vista. Estos bosques salinos, a menudo pasados por alto, desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico de nuestro planeta y, sorprendentemente, en la calidad de vida humana.

¿Que son los manglares?

Los manglares, regionalmente conocidos como “mangles”, corresponden al ecosistema constituido por árboles que se desarrollan en las planicies costeras de las regiones tropicales y subtropicales, generalmente alrededor de esteros y lagunas costeras, cerca de la desembocadura de ríos y arroyos, por ende son plantas terrestres capaces de tolerar distintas concentraciones de salinidad, oxígeno disuelto y temperatura.

Existen cerca de 70 especies agrupadas en 16 familias y representan menos del 1% de los bosques tropicales del mundo. El hábitat que forman es una zona de transición entre los ecosistemas terrestres y los marinos lo que hace que exista una conexión con otros hábitats como los pastos marinos y los arrecifes de coral, esto permite el flujo de las especies que viven en ellos y les permite albergar una gran diversidad biológica, además de ofrecer importantes servicios ambientales.

Para sobrevivir a un ambiente en constante cambio (salinidad, oxígeno disuelto, nivel del agua, etc.) los manglares han desarrollado algunas estrategias de tolerancia.

Estrategias de tolerancia y función ecológica:

  • Formación de raíces aéreas que les ayudan a obtener oxígeno atmosférico, además de ofrecerles mayor estabilidad en un terreno inestable y fangoso.
  • Mecanismos para regular la entrada y la salida de sal de sus tejidos como las glándulas de excreción, la translocación del excedente de sal a hojas senescentes y la osmosis inversa, esto les permite tolerar los cambios constantes de la concentración de sal del entorno.
  • También han desarrollado adaptaciones para sobrevivir al ambiente anaeróbico donde crecen, como la respiración anaeróbica, la fermentación y la simbiosis con bacterias que pueden fijar nitrógeno ambiental. 
  • Son el hábitat y el refugio de numerosas especies de reptiles como los cocodrilos; de algunos mamíferos como el manatí; de muchas especies de aves como el flamenco rosa, el gaytan, el pelicano, el ibis blanco y varias especies de garza blanca; también son el hábitat de muchos artrópodos; de algunas plantas epifitas como las orquídeas y las bromelias; y muchas otras especies de seres vivos que se encuentran en alguna categoría de peligro o riesgo.

El ser humano y los manglares también interactuan de manera directa e indirecta a distintos niveles, dentro de los servicios ambientales que las comunidades obtienen de estos habitats se encuentran las siguientes:

Servicios ambientales:

  • Cerca del 10% de la población mundial habita cerca de estos ecosistemas  y se beneficia de manera directa, ya que constituyen una fuente de madera para la construcción, madera para la calefacción o carbón, entre otros productos no maderables.
  • En un papel igual de importante, reducen el impacto de las mareas, evitan la erosión de la línea costera y sirven de barrera natural contra eventos naturales extremos como los huracanes.
  • También previene las inundaciones y filtran la salinidad del agua evitando que llegue a los cultivos tierra adentro, además de ser los principales reservorios de biomasa aérea y carbono aéreo en las zonas marino-costeras tropicales y subtropicales, capturando 10 veces más dióxido de carbono que los ecosistemas terrestres.
  • Es importante mencionar que dos tercios de la pesca mundial dependen de la productividad de estos ecosistemas al ser el hábitat  en algún momento de su ciclo de vida de muchos peces, moluscos y crustáceos de interés económico, por este motivo se les conoce como la guardería del océano.

Estos datos ilustran la complejidad y la importancia de los manglares, no obstante, son ecosistemas muy frágiles y están entre los ambientes naturales más amenazados debido a diferentes factores como el cambio climático, la deforestación, la contaminación, el cambio de uso de suelo con fines agrícolas, ganaderos y turísticos.

La conservación de los manglares no es solo una preocupación ambiental debido a todas las especies de seres vivos que los habitan, sino también una necesidad para la sostenibilidad de las comunidades humanas por los servicios ambientales que brindan.

Reflexión final

La conservación de estos ecosistemas se ha convertido en un compromiso internacional con la generación de acuerdos como la Convención sobre Humedales de Importancia Internacional (Ramsar) y la creación del Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares para concienciar sobre su importancia. La UNESCO y WWF están activamente involucrados en proyectos de conservación y restauración, destacando la necesidad de proteger estos ecosistemas únicos y vulnerables. Y ante estos esfuerzos aún quedan muchos desafíos por delante. La conservación de los manglares es una tarea que nos compete a todos. Debemos tomar medidas para reducir el impacto de nuestras actividades en estos ecosistemas y apoyar los programas de restauración y conservación.

Referencias

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